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lunes, setiembre 11, 2006

Francia contra la más mínima apología del porro



El gobierno francés prohibió a los estudiantes que luzcan camisetas con la imagen de la hoja del cannabis. Además de tratar de erradicar el consumo de drogas, busca suprimir las novatadas y las actitudes racistas o sexistas





Con motivo del inicio del curso escolar, que en Francia comenzó el pasado lunes, el Ministerio de Educación ha lanzado una ofensiva contra cualquier forma de apología del porro. Desde ese día, los directores de los centros escolares están obligados a conminar a los estudiantes a que se quiten las camisetas, pendientes u otros complementos que lleven la imagen de la hoja del cannabis.

Una guía editada en agosto pasado por el Ministerio de Educación francés, en colaboración con los ministerios de Justicia y de Interior, insiste con toda clase de detalles en que no debe permitirse dentro de los colegios la menor apología del porro.

"En caso de que alguien porte T-shirts, complementos o bisutería de fantasía(ejemplo: pendientes) representando una hoja de cannabis o cualquier otro mensaje o imagen que presente el consumo de drogas bajo una luz favorable, el director del establecimiento debe en primer lugar hacer cesar la infracción, por ejemplo exigiendo al alumno en cuestión que se quite o se ponga hacia dentro la T-shirt. A continuación, convocará a los padres a fin de explicarles la normativa y ponerles frente a sus responsabilidades. La policía o la gendarmería no será llamada salvo que el comportamiento delictivo persista", puntualiza la guía.

Además de intentar eliminar la laxitud ante las drogas, el Gobierno francés busca erradicar las novatadas y las actitudes racistas o sexistas. De otro manual, dirigido a los directores de los centros escolares y titulada Guía práctica para reaccionar ante la violencia en el medio escolar, el Ministerio de Educación ha editado 150.000 ejemplares, que han sido repartidos en los colegios. Dicha guía subraya que los enseñantes tienen una "responsabilidad particular" a la hora de combatir las novatadas y asegura que el director debe denunciar esos comportamientos ante la Fiscalía.

La guía alerta también de manera particular ante "un fenómeno cada vez más extendido y banalizado por alumnos de establecimientos escolares, el happy slapping, que consiste en golpear violentamente a un desconocido en la calle, el metro u otro lugar público mientras que una o varias personas graban la escena con un teléfono móvil. El vídeo es luego mostrado a otras personas y, a menudo, difundido en Internet por medio de blogs", lo que puede acabar con la condena penal de los autores si les consigue detener.

La política de mano dura ante la violencia en las escuelas tiene a su primer defensor en el ministro del ramo, Gilles de Robien. En su discurso de apertura del curso escolar, el pasado 5 de septiembre, De Robien aseguró que "las conductas incívicas son ya violencia, una violencia a menudo verbal. Y cuando se está en el estadio de la violencia verbal, no se está lejos de la violencia física".